En el intenso 2006, un año positivo para quien escribe, tuve el gusto de conocer al Dr. Atilio Alterini, en vivo y en directo. Eran los difíciles momentos en que la gloriosa Universidad de Buenos Aires estaba a la deriva, sin autoridades y sin poder designar a las nuevas. Era un tiempo de inseguridad, no sólo jurídica. Prendí la TV y ahí estaba en el programa de TN, hablando de su digna trayectoria y en particular de la UBA, de su gobierno, de su conducción, etc...Era una entrevista periodística, aunque para mi fue como una clase a cargo de un gran profesor.
A los pocos meses, tenía el placer de volver a ver a mi decano, ahora ya no en la televisión, sino como estudiante y en el rol de pasante asignado, entre otras tareas, al protocolo de las máximas autoridades de la Facultad de Derecho UBA.
A partir de entonces tuve el honor de apreciar la grandeza, genialidad, creatividad y humanidad del referido Profesor que junto a su equipo de gestión llevo adelante el Gran Decanato de Alterini.
En estos días, en los pasillos de la Facultad de Derecho UBA se han escuchado positivos comentarios referidos a la obra de Alterini, se ha podido observar que la UBA le ha rendido un justo y merecido homenaje, que su fallecimiento ha sido noticia en diferentes medios de prensa de la Nación Argentina, etc.
Todo ello debe responder a una razón y quizás se trate de su condición de hombre de bien, que quería -y veía- una Argentina que aún esta pendiente...Una Argentina deseable, una Argentina posible.
Con mi profundo agradecimiento, creo será acertado tener presente su obra, sus luchas e ideas que trascienden más allá del horizonte del derecho, recordándolo con esa impronta de estilo que él ha sabido construir.
Ahora quien quiera saber de qué se trata el principio "Pro Homine", ya sabrá a que hombre mirar y qué mirada tener como referencia.
Muchas Gracias.
